MMientras Ud. se fuma su cigarrillo, en los laboratorios financiados por las industrias tabaqueras están siendo torturados los animales.
Los ejemplos de experimento con tabaco en animales incluyen, entre otros:
* Cortar agujeros en las gargantas de los beagles a través de los cuales los perros son forzados a respirar humo de tabaco concentrado durante todo un año.
* Insertar electrodos en los penes de los perros para comprobar los efectos del tabaquismo en el funcionamiento sexual.
* Atarles máscaras con correas en la cara a ratas, ratones y monos y forzarles permanentemente a respirar el humo del tabaco.
* Forzar a perros a estar en ventiladores mecánicos y exponerles crónicamente al humo del tabaco. Inmovilizar a monos rhesus en sillas con dispositivos cerebrales (electrodos o agujas estereotáxicas) y exponerles a nicotina y cafeína para ver cómo la cafeína y la nicotina les afecta la respiración.
Experimento tras experimento intentan probar, o aun más desconcertante, REFUTAR en ratas, ratones, hámsters, corderos, perros, gatos, monos y otros animales, lo que ya sabían las comunidades médicas sobre los efectos en humanos, como por ejemplo que:
* Fumar provoca cáncer de pulmón, laringe, lengua, glándulas salivares, boca, estómago y cérvix.
* Fumar contribuye al cáncer de vejiga, riñón, páncreas y estómago.
* El 50-55% de los infartos en EE.UU. son directamente atribuibles al consumo de tabaco.
* Fumar disminuye la resistencia del cuerpo a las enfermedades.
* La nicotina es adictiva.
Pero los experimentos continúan...
Millones de dólares, cientos de miles de vidas animales...
Imagine que todo ese dinero hubiese sido utilizado en educación, servicios sanitarios o tratamientos para la drogadicción para madres embarazadas, sin experimentos crueles. ¡Imagine todo lo bueno que se podría hacer!
Todas las compañías tabacaleras prueban sus productos en animales, con excepción de la marca American Spirit. En este mismo momento, monas preñadas, en el Oregon Regional Primate Research Center están siendo mantenidas en pequeñas jaulas estériles de metal; sus fetos son expuestos a la nicotina. Financiado por el gobierno norteamericano, el experimentador del ORPRC, Elliot Spindel, reconoce que: “El deletéreo efecto de fumar durante el embarazo está ya demasiado bien comprobado”, aun así su estudio de cinco años durante el cual matará a los bebes monos y disecará sus pulmones, está financiado con dinero de los impuestos del 2004. Este es uno de los incontables ejemplos de experimentos crueles y completamente innecesarios. Existen otros experimentos financiados por grandes concesiones de Philips Morris para inyectar animales con nicotina, forzados a inhalar humo y hacerlos adictos al tabaco, una sustancia que ellos nunca podrían normalmente encontrar o beber si los dejaran en paz.
Irónicamente, los experimentos en animales engañaron al público durante años ya que ratas, ratones, perros, y otros animales no desarrollarán cánceres en sus pulmones como lo hacen los humanos. Las enfermedades relacionadas con el tabaquismo provienen de estudios epidemiológicos y clínicos en humanos, no en animales.
La gente tendría que darse cuenta de que si fuman, ponen no solamente su vida en riesgo, sino que ayudan a infligir sufrimiento a animales inocentes, además, con el humo contaminan el medio ambiente y perjudican a quienes tienen cerca.
Las compañías tabacaleras han escondido los experimentos con animales durante años, tratando inútilmente de morigerar los efectos del tabaco en humanos. Experimento tras experimento intentan probar que el fumar no mata.
Si le interesa conocer más sobre los experimentos con tabaco que se llevan a cabo en animales, visite: stopexperimentacionanimal
Fuente: animanaturalis
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