Vivir y dejar vivir.

Esta es la mejor forma de ayudarnos a no fumar. Nos ayuda a llevarnos bien con las personas que alteran nuestros nervios. Frecuentemente el problema del cigarrillo está ligado a otras personas. Al fumador no le gusta escuchar hablar de su fumar. Trata de evitar a los no fumadores. Se molesta con las criticas en cuanto al número de cigarrillos fumados. Puede no aceptar un trabajo, solo porque no se le permite fumar. Deja de disfrutar de la compañia de algunos amigos, solo porque estos no fuman. Si alguien no está de acuerdo con él, fuma. Es muy fácil utiizar la actuación de otras personas como excusa para fumar. Los fumadores son expertos en eso. Al dejar de fumar, hay que aprender otra técnica; no permitirnos llegar a un estado de resentimiento hacia otras personas que deje que esa persona controle nuestras vidas, especialmente hasta el grado de que volvamos a fumar. No debemos permitir que nadie maneje nuestras vidas.

Vivir y dejar vivir!! Preocuparse por su propia vida. Permanecer sin fumar, abre la puerta hacia una vida de felicidad. Vale la pena sacrificar resentimientos y peleas.




Vivir sin fumar. (2da. parte)


Ponerse en actividad.

El tratar de evitar el cigarrillo del que nos estamos alejando o no pensar en él, parece no ser suficiente. Mientras más se piensa en que debemos evitarlo, más ocupará nuestra mente. Al dejar de fumar se presentan de repente, vacios que hay que llenar de alguna manera, minutos y espacios vacantes en los que no se encuentra nada que hacer. Hay que conseguir nuevos hábitos. Para mantenerse sin fumar, es necesario colocar un programa de acción en el lugar que antes ocupaba el fumar. Hay que aprender a vivir en la abstinencia. Qué hacer? Hay diferentes maneras de llenar ese vacio. .


•Registrarse y/o asistir a un grupo de autoayuda. Al principio puede resultar dificil, exponer ante los demás, los cambios internos y externos que se van sintiendo. Se puede empezar con observar y escuchar/leer la participación de los demás, hasta sentirse identificado. Saber que existen otras personas con el mismo problema, hace desaparecer el sentimiento de soledad y los temores. En un grupo de autoayuda la participación de todos es indispensable porque las actividades necesarias para la operación del grupo, son tarea de todos y al asumir cada uno su responsabilidad, el vacio va quedando atrás para dar paso a una sensación de plenitud.

• Caminar. Caminatas apacibles; a lugares distintos.
• Leer. Un sano ejecicio de concentración.
• Hacer ejercicio: Natación, Yoga, Atletismo, etc.
• Asistir a museos y lugares donde no está permitido fumar.
• Efectuar esas tareas que siempre se posponen.
• Ensayar un nuevo hobby, para poder disfrutar momentos de tranquilidad y placer.
• Reanudar un antiguo pasatiempo.
• Tomar un curso. El dejar de fumar puede convertirse en el comienzo de una nueva carrera.
• Ofrecerse como voluntario para prestar servicios útiles.
• Hacer algo acerca de la apariencia personal.
• Ensayar algo totalmente frivolo. No siempre el esfuerzo debe estar dirigido a temas serios, estos se pueden combinar perfectamente con la diversión.



Es importante tener en cuenta que no hay que exagerar. No intente hacerlo todo al mismo tiempo. Si alguna sugerencia se le convierte en algo pesado, no dude en abandonarla y buscar otra. Usted tiene el derecho de cambiar sus decisiones y abandonar algo que no vale la pena el esfuerzo necesario. A veces es importante tener el valor para quitarse las cosas que no convienen, las cosas que no agreguen facetas nuevas, positivas y agradables a la vida.


La Oración de la Serenidad.

Dios, concédenos serenidad para aceptar las cosas que no podemos cambiar. Valor para cambiar las cosas que podemos, y sabiduria para reconocer la diferencia.
Esta es la oración que rige a los AA y que bien se puede adaptar a los fumadores. Siempre seremos victimas del tabaquismo y es algo que no podemos cambiar. Esta condición no la podremos cambiar nunca pero no por eso tenemos que seguir fumando hasta la muerte. Necesitamos Serenidad para poder mantener el equilibrio a pesar de las turbulencias que se agitan a nuestro alrededor. Necesitamos Valor para convertirnos en fumadores en abstinencia. Necesitamos Sabiduria para reconocer que es una tarea posible cambiarnos a nosotros mismos.


(Adaptación de “Viviendo Sobrio”)





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