Regiones cerebrales asociadas al deseo de fumar.

Investigadores de Estados Unidos han detectado un aumento de actividad en áreas cerebrales encargadas de la atención, el control de la conducta, la memoria y la recompensa.

El deseo de fumar está asociado a un aumento de la actividad en regiones específicas del cerebro encargadas de la atención, el control de la conducta, la memoria y la recompensa, según un estudio del Centro del Cáncer Abramson de la Universidad de Pennsylvania (Estados Unidos) que se publica en el "Journal of Neuroscience". Los científicos han utilizado un método nuevo para medir el flujo sanguíneo del cerebro desarrollado por John Detre, profesor de Neurología en la Universidad de Pensilvania y coautor del estudio, que muestra cómo la abstinencia de nicotina produce patrones de activación cerebral asociados al deseo de fumar. Estos hallazgos podrían contribuir a comprender los mecanismos cerebrales del deseo de fumar, un factor de riesgo clave para las recaídas. Según señalan los autores, este deseo sentido como una necesidad constituye una de las principales características de la dependencia a las drogas y en este sentido también se incluye la dependencia a la nicotina.

"Existen varios estudios de imágenes cerebrales que muestran cómo los sujetos responden a estímulos visuales asociados al tabaquismo, como una imagen de un cigarrillo o de alguien fumando. Sin embargo, se conoce menos sobre las bases neuronales de la necesidad que surge de forma natural cuando se deja de tomar nicotina. El estudio se diseñó para solventar este desconocimiento", señalan.

Los científicos utilizaron una tecnología de resonancia magnética que mide el flujo sanguíneo cerebral para compararlo en dos sesiones diferentes en las que variaba la duración de períodos sin fumar de los participantes, un total de 15 fumadores. Cada participante pasaba por el escáner en un estado de reposo en dos ocasiones diferentes: los participantes fumaban un cigarrillo en el transcurso de una hora de una de las sesiones y se abstenían de fumar a lo largo de la noche para pasar por la otra sesión. Los resultados muestran que el deseo espontáneo por la abstinencia inducida está asociado con una mayor activación de las regiones cerebrales importantes en la atención, el control de la conducta, la memoria y la recompensa.



El deseo de fumar

Según indican los investigadores, "las evaluaciones del deseo utilizadas en el estudio predicen la recaída en el tratamiento para dejar de fumar. Estos resultados podrían tener importantes implicaciones clínicas si se confirman en estudios más grandes. Por ejemplo, la resonancia magnética de perfusión podría ayudar a identificar a los fumadores que tienen un mayor riesgo de recaída y que podrían requerir terapias más intensivas".


Fuente: azprensa.com



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