Evitar los dulces y las comidas picantes, practicar deporte para disminuir la ansiedad o consumir unas cinco comidas ligeras al día son algunas de las claves para dejar el cigarrillo, según algunos expertos.
Pero para muchos no es tan sencillo y, además, está demostrado que abandonar el tabaco podría estar ligado a un aumento de peso.
Entre las razones médicas que justifican ese aumento de libras se encuentra la disminución del metabolismo como consecuencia de la falta de nicotina, esto supone un aumento de la sensación de hambre y una reducción del gasto energético. La privación de nicotina puede producir ansiedad, que se intenta aliviar con el consumo de algunos alimentos. Al dejar de fumar se vuelven más sensibles los sentidos del gusto y el olfato, con lo que se disfruta más de la comida.
Los beneficios de dejar de fumar superan con creces el riesgo para la salud que supone este aumento de peso, que podemos controlar si seguimos los siguientes consejos:
* Consumir alimentos ricos en hidrato de carbono complejos, ya que contribuyen a regular la síntesis de neurotransmisores implicados en la regulación del humor.
* Aumentar el consumo de frutas y verduras. Son alimentos de gran volumen y con un contenido calórico bajo, que ayudan a crear sensación de saciedad.
* Elegir carnes magras y lácteos bajos en grasa, limitando los alimentos con alta densidad calórica.
* Cocinar al vapor, hervir, al horno o a la plancha, evitando las grasas.
* Aumentar el consumo de líquidos, preferiblemente agua, infusiones, caldos y zumos de fruta y verduras. Si se eligen otras bebidas, dar preferencia a las que no tengan azúcar añadida, cafeína o alcohol. Conviene evitar el consumo de cualquier otra bebida que el fumador asocie al hábito.
* Para que la sensación de saciedad sea mayor, son preferibles las comidas calientes a las frías.
* Repartir los alimentos a lo largo del día de manera que se hagan cinco o seis comidas más ligeras. Esto ayuda a que los niveles de glucosa se mantengan más constantes. Además, se disminuye la sensación de "estómago vacío" y la ansiedad ante las principales comidas.
* Evitar los dulces y comidas picantes, ya que pueden estimular el deseo de fumar.
* Cuando aparecen ataques de ansiedad, puede ser útil tener a mano trozos de zanahorias, manzanas o apio cortados en tiras. Además de tener bajo contenido calórico, al masticarlos se alivia la tensión.
* Es conveniente aumentar la actividad física. Esto ayuda a disminuir el nivel de estrés y ansiedad.
Cuando se mantiene exactamente la misma dieta, es inevitable un primer aumento de peso (unas siete libras suele ser lo normal) debido al cambio en el metabolismo provocado por la falta de nicotina. Lo importante es no permitir que ese aumento sea superior, como consecuencia de una dieta desequilibrada.
Fuente: La opinión
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