Tenía un nuevo día por delante. Luego de asearme, me acerqué a la ventana, y mi sorpresa fue grande puesto que estaba amaneciendo y los primeros rayos de luz salían del astro, que se levantaba en el horizonte lentamente. Colores naranjas, amarillos, cálidos, como el sol, fuego puro, dando vida al ciclo de la vida, transmitiendo energía positiva a todos los seres vivos, que, sin él, no podríamos vivir. El sol, el fuego, representan la pasión, los cambios, la creatividad, motivación. ¡Que bonito, pensé!, viendo como a poco se elevaba. Aquella jornada era festiva y decidí ayudar a un familiar a laborear la tierra. Bajé a su campo, junto al río, donde en esta época corresponde preparar la tierra, para que algún día se pueda sembrar, y otro más lejano cosechar. Pero las 3 fases son importantes e imprescindibles, preparar-sembrar-cosechar; y cada una de ellas tiene su tiempo, y su necesaria dedicación.
Me toca arrancar las raíces de la planta de alcachofa ya vieja, para hacer lo que aquí llamamos palos, o tallo-raíz de la planta para el año próximo. Es una labor dura, sobre todo para los que no estamos acostumbrados. La azada, herramienta que utilizo, pronto me da sus marcas en forma de ampollas. No importa, disfruto con lo que hago. No obstante, uso agua en forma de riego para remojar las plantas y que salgan mejor de la tierra. En efecto, mejoro mi esfuerzo, salen mejor, pero me baño literalmente en barro. Decido rebozarme en la tierra en forma de arcilla y limo, como si se tratase de un baño…. Integración en el medio, pensé, y era feliz. La Tierra da estabilidad, fuerza, representa el crecimiento y la prosperidad. Las nubes aparecieron en el cielo. El viento, aire en movimiento, las traía raudas, al principio blancas, luego se oscurecieron y se presagiaba la tormenta, la cual fue arrastrada por el Eolo, al lugar donde me encontraba.
Empezó a chispear, llueve, me moja, me cala, me viene bien dado mi reboce en croqueta con que tenía el cuerpo. Al principio poco, sirimiri, luego fuerte, me limpia y quita los restos de mi interacción con la tierra. El agua, fuente de vida, necesaria para toda actividad vital, purifica, reconforta, regenera. Es imprescindible…,,, y os habéis empapado adrede alguna vez?. El agua es el elemento de la emoción, de la purificación e intuición. Una hora después, cesa la tormenta.
Sale el arco iris, la mayor manifestación de energía positiva, y oigo mi interior. Mi mente ya relaciona esa imagen, esa figura en forma de arco con colores en el cielo, acompañado del aire fresco, limpio y el olor a tierra húmeda, con el placer de haber conseguido dejar de fumar. Ya es un símbolo para mí. Sonrío.
Recojo mis bártulos, y me acerco al mar ya que tengo la fortuna de tenerlo cerca de mí morada.
Allí, suelto amarras, y me encamino a navegar con mi navío, compañero de aventuras, pensamientos, sensaciones, emociones y decisiones. Es un nicho ecológico para mí, donde me encuentro a gusto. Me adentro mar adentro varias millas, disfruto con las olas, gozo viendo saltar delfines, y controlo la marea. Me dejo llevar por el viento, donde quiera, donde lo estime… El aire es elemento de la mente, de la inspiración, de las ideas e imaginación, de los sueños y deseos. Retorno a puerto justo viendo ya el ocaso del sol. Todo el cielo cubierto de tonos rosas y anaranjados, que hacen predecir buen tiempo para mañana. Recuerdo su amanecer. Imposible saber cual más bonito, amanecer, o anochecer.
Y feliz, me tumbo en la arena fina de la playa, ya sin gente, a contemplar la luna y las estrellas. Es noche estrellada, hay muchas, nítidas, por todo el cielo oscuro. Las estrellas son guías, esperanza. Pienso si se verán igual al otro lado del mundo, donde tengo amigos… que quizá algún día conozca. Veo la luna, preciosa, en forma de gajo de naranja, fina, muy fina. La luna, el ying; el sol, el yang, los dos complementarios y necesarios.
Pienso en la jornada pasada. Reflexiono en lo fructífero que han sido las experiencias vividas, la integración con los elementos, fuego, tierra, agua y aire. Los espectáculos naturales presenciados…. En ese momento, me levanto de la cama donde dormía, y pienso… ya se lo que me espera hoy.
Despierto con suavidad a mi pareja y le conmino: ¡ Vamos Susana, que nos esperan los elementos!. Ella, me mira, sonríe, y tan solo pregunta… ¿Donde dormiremos hoy? Bajo las estrellas, respondo…
Jabo 6 de julio de 2008. (Dedicado a mis amigos de dejemos de fumar)
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