Manifiesto de la juventud europea
Preámbulo
Nosotros, los jóvenes de Europa, estamos muy preocupados por las consecuencias que fumar, de manera activa o pasiva, tiene sobre las personas. El presente manifiesto toma como puntos de partida el derecho fundamental a la salud y a un entorno saludable, y el hecho de que toda persona tiene derecho a una calidad de vida adecuada a su salud y su bienestar y, por tanto, ha de ser libre para poder decidir de manera saludable.
Introducción
El tabaco es la principal causa evitable de muerte en la UE y, por ello, tiene una repercusión tremenda en la política sanitaria, social, económica y medioambiental. Más de 10.000 jóvenes de toda la Unión Europea han participado en el proyecto del Foro Europeo de la Juventud «Los jóvenes: ¿por una vida sin tabaco?». Esta amplia consulta a la juventud ha arrojado un elevado número de peticiones y recomendaciones para que se adopten medidas más eficaces a escala local, nacional y comunitaria. En este Manifiesto Europeo se incluyen los resultados de las rondas nacionales de consulta llevadas a cabo en los Estados miembros de la UE, adoptados por casi 200 representantes nacionales en Bruselas el 21 de mayo de 2006.
El papel de la juventud
Es preciso consultarles a las organizaciones juveniles y hacerlas partícipes, de manera activa, en las decisiones políticas importantes que afecten a la vida de los jóvenes. Este es el motivo por el que resulta vital la participación de las organizaciones juveniles en la formulación de decisiones políticas relacionadas con el tabaco. Creemos que los efectos positivos y negativos de las decisiones políticas, especialmente en el caso de las relacionadas con el tabaco, son visibles sobre todo a largo plazo y, por tanto, los jóvenes son quienes sufrirán las consecuencias, puesto que la política en cuestión afectará a su calidad de vida y a su salud.
En este sentido, recomendamos:
* Que se diseñen estrategias a largo plazo relacionadas con el tabaco y los jóvenes participen en todas sus etapas (es decir, en la definición, el seguimiento y la evaluación de la política).
* Que las organizaciones juveniles participen activamente en la elaboración de políticas, como nexo de conexión entre quienes toman las decisiones y los jóvenes. Y que, además, a los jóvenes se les consulte y se les eduque en los asuntos relacionados con el tabaco, a lo largo de su educación tanto formal como no formal.
*Que existan más medidas de apoyo a largo plazo (políticas, logísticas, financieras, etc.) para las organizaciones juveniles que trabajan por la prevención y la reducción de los daños del tabaquismo.
* Que se planteen objetivos a corto plazo con objeto de abordar los problemas inmediatos.
* Que los responsables de la toma de decisiones fomenten y participen en el diálogo entre todas las partes interesadas en todos los asuntos relacionados con el tabaco.
* Que la Comisión Europea, la DG de Investigación y la DG de Sanidad y Protección de los Consumidores promuevan y financien programas para dejar de fumar destinados a un determinado género o edad en los que participen organizaciones juveniles a escala local, nacional y europea.
* Que se introduzcan oportunidades de financiación en el Séptimo Programa Marco y en las ayudas a la sanidad pública. Que los resultados se divulguen de manera activa entre el público en general, así como entre las organizaciones juveniles y los medios de comunicación.
¡Educación y prevención!
Las organizaciones juveniles, como principales proveedores de educación no formal, son actores protagonistas en la promoción de la ciudadanía y la participación activas entre los jóvenes, y desempeñan un importante papel ayudando a conformar opiniones y comportamientos. Es más, la educación formal y no formal tiene una enorme importancia para prevenir el tabaquismo y ayudar a los jóvenes a estar informados a la hora de decidir, lo cual reviste una especial significación para quienes comienzan a fumar a una edad temprana, que a menudo están sometidos a la presión de sus compañeros.
En este sentido, recomendamos:
* Que las iniciativas de apoyo a la educación no formal relacionadas con la salud reciban un mayor respaldo y cuenten con la participación de las organizaciones juveniles.
* Que las campañas se centren en los aspectos positivos de no fumar.
* Que la educación sobre la salud se inicie tan pronto como sea posible y se prolongue durante todas las etapas del proceso educativo.
* Esta tarea debe contar con el apoyo de los propios jóvenes (por ejemplo, a través de los consejos estudiantiles) y de otras partes interesadas, como las ONG, los departamentos de Salud y los medios de comunicación.
* Que se desarrolle un programa global sobre la vida saludable que se integre con carácter obligatorio en la educación formal y se base en un planteamiento positivo hacia la educación centrado en alternativas para la prevención del tabaquismo y el abandono de este hábito. Dicho programa debe contar, además, con la flexibilidad necesaria para adaptarse a grupos específicos segmentados, por ejemplo, por edad, género, nivel socioeconómico, o por ser o no fumador. Este proceso educativo debe centrarse en el desarrollo de una manera de pensar individual con el fin de propiciar un cambio de comportamiento autónomo.
* Que las instituciones de la UE pongan en marcha campañas de concienciación sobre las consecuencias del tabaco para los fumadores pasivos:
- A) los jóvenes,
- B) los fumadores en general,
- C) y los padres que exponen a sus hijos al humo del tabaco en el ambiente (HTA)
* Que se inicien campañas interactivas sobre el tabaco y dirigidas a determinados segmentos cuyo mensaje esté donde estén los jóvenes.
* Que se anime a los padres y se les apoye para que participen en la educación sobre la salud. Se anime a los padres que fumen y se les apoye para que abandonen el tabaco.
* Que se pongan en marcha programas de formación y educación basados en la experiencia destinados a todas aquellas personas que, con remuneración o sin ella, participen en la educación de los jóvenes y en su atención social y sanitaria, de manera que estén en condiciones de proporcionarles a los jóvenes información precisa y actualizada.
Accesibilidad, visibilidad y deshabituación tabáquica
Para evitar que aumenten los problemas de salud y el coste para la sociedad, resulta de vital importancia reducir el número de jóvenes que fuman. Sin embargo, en la actualidad no basta el apoyo a quienes desean dejarlo. Por ejemplo, con frecuencia los productos sustitutivos de la nicotina cuestan incluso más que los propios cigarrillos. El apoyo y las herramientas para dejar de fumar, incluidas las terapias sustitutivas de la nicotina, deben ofrecérseles gratuitamente a los jóvenes siempre que exista el apoyo adecuado. Como muchas personas comienzan a fumar en su juventud, también es esencial velar adecuadamente por el cumplimiento de la legislación en vigor que les prohíbe a los menores acceder al tabaco; lo cual, por desgracia, no sucede en la práctica. Por último, los jóvenes son también el principal objetivo de la publicidad sobre el tabaco. En consecuencia, creemos que es de capital importancia aplicar una reglamentación mejor que tome en consideración la vulnerabilidad de los niños y los jóvenes.
En este sentido, recomendamos:
* Que el acceso a los centros de deshabituación tabáquica y al apoyo psicológico sea sencillo y gratuito, y se financie con los impuestos del tabaco.
* Que los productos sustitutivos de la nicotina y otros métodos de ayuda para dejar de fumar se vendan a un precio inferior al de los cigarrillos, y que tales productos y métodos sean más accesibles.
* Que se cumpla adecuadamente la legislación sobre la edad mínima legal para poder comprar tabaco.
* Que se prohíba cualquier forma de publicidad del tabaco.
* Que los impuestos sobre los tratamientos sustitutivos de la nicotina no superen el valor del impuesto sobre los medicamentos.
* Que se implante el empaquetado unificado de los cigarrillos, o sea, texto negro con fuente Arial sobre fondo blanco, con el fin de evitar el empleo de los colores como medio sutil e indirecto para publicitar los productos del tabaco.
* Que se impriman en el paquete advertencias variadas sobre la salud que ocupen al menos el 75% de su superficie.
* Que se incluyan en la cara posterior del paquete imágenes de personas u órganos que hayan sufrido los efectos dañinos del tabaco.
* Que un porcentaje de los impuestos recaudados por el consumo de tabaco se destine a la financiación directa de programas para la prevenir, sustituir y abandonar el tabaquismo.
* Que se implante un sistema de licencias para la venta al por menor, se prohíban las máquinas expendedoras de tabaco y se fomente la venta por Internet, para impedirle el acceso a los productos del tabaco a quien no haya cumplido la edad legal. Que se impida, además, que se muestren productos relacionados con el tabaco en los escaparates.
* Que las campañas anti-tabaco se centren en los efectos nocivos del tabaquismo, y las destinadas a promover la abstinencia fomenten los valores positivos de una vida sin tabaco.
* Que la edad legal para poder comprar tabaco se establezca, con carácter obligatorio, en los 18 años en toda la Unión Europea.
* Que se prohíba la introducción en los productos del tabaco de aditivos potenciadores de la adición así como de sustancias cancerígenas y otros productos tóxicos que comporten riesgos para la salud de los fumadores, tanto activos y pasivos.
* Que se impriman en los envoltorios de los productos del tabaco imágenes en las que se representen los efectos del tabaco y se incluya en los paquetes un folleto en el que se le informe al consumidor sobre las consecuencias del tabaquismo y los medios de apoyo disponibles para dejar de fumar.
* Que se garantice la protección de los países menos desarrollados frente a la industria del tabaco, elemento de suma importancia, aplicando la normativa europea en todas las actividades de empresas que tengan sede en Europa, sea cual sea el destino final de sus productos.
La protección contra el humo del tabaco en el ambiente
Toda persona tiene derecho a un ambiente sin humo, tanto en lugares cerrados como en lugares públicos delimitados. Por consiguiente, el principio rector de las prohibiciones de fumar debe ser evitar la exposición al humo del tabaco en el ambiente (HTA) en instalaciones y lugares públicos, en el lugar de trabajo y el hogar, prestando especial atención a los miembros más débiles de nuestra sociedad, en particular, los niños en periodo de gestación. Para conseguirlo, es preciso contar con una prohibición de fumar integral que abarque lugares públicos, transporte público, escuelas, hospitales, guarderías y lugares de trabajo, así como lugares de esparcimiento (especialmente, hoteles, bares y restaurantes). En muchos países ya existen restricciones sobre el tabaco en el lugar de trabajo, y en otros se han introducido prohibiciones de fumar a gran escala.
El cumplimiento de tales normas debe garantizarse en todos los países. La conclusión común tras la introducción de prohibiciones sobre el tabaco es que, después de un breve periodo de transición, la mayoría de los ciudadanos y de los consumidores apoya y comprende la importancia de tales medidas legales. Las prohibiciones de fumar constituyen una de las medidas cruciales relacionadas con el tabaco, motivo por el cual creemos:
* Que todos los lugares de trabajo y espacios públicos cerrados deben ser espacios sin humo.
* Que la mejor opción es la prohibición total de fumar. Sólo debe habilitarse un lugar cerrado para fumar cuando no sea posible facilitar una zona designada para fumadores fuera del lugar de trabajo, y dicho lugar ha de contar con un sistema eficaz y eficiente de acondicionamiento y filtrado con salida directa al exterior. En dicho espacio no deben consumirse bebidas ni comida.
* Que las autoridades públicas deben intentar aplicar en los restantes Estados miembros prohibiciones sobre el tabaco similares en las instituciones públicas y demás espacios públicos. Tanto los Estados miembros en los que ya existen prohibiciones de fumar como aquellos que no las tienen deben aprender mutuamente cuál es la manera más eficaz de aplicar las restricciones.
* Que es preciso evaluar y realizar un seguimiento de la aplicación de la legislación sobre la prohibición de fumar.
* Que debe prohibirse la venta de paquetes que contengan 10 cigarrillos o menos.
* Que fumadores y no fumadores deben respetarse mutuamente.
* Que la prohibición de fumar debe aplicarse de manera más severa mediante inspecciones aleatorias en lugares públicos.
* Que es preciso apoyar y animar a los países que dependen en gran medida de la industria del tabaco para que desarrollen otras industrias.
Los fumadores pasivos y los niños
Debe fomentarse la concienciación sobre la protección especial de los menores, los niños y los fetos. Ello ha de conseguirse mediante campañas especiales y la educación. Los destinatarios deben ser, en primer lugar, la sociedad en general y, en segundo, las mujeres embarazadas y sus hogares. El objetivo consiste en informar a la gente sobre los daños provocados por el tabaco en el útero y sobre las consecuencias nocivas que puede tener para los niños que sus padres fumen.
Conclusión
El artículo 25 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos reza que «toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar». Tras corroborar la sólida evidencia de que el tabaco es, por sí solo, la principal causa evitable de enfermedades y muerte prematura en los países desarrollados, los participantes en la conferencia concluyen que deben realizarse todos los esfuerzos para proteger a los jóvenes de los riesgos y el daño para la salud que provocan el consumo de tabaco y el humo del tabaco en el ambiente. Deben adoptarse medidas para la prevención y la deshabituación tabáquica, y facilitarles el acceso gratuito a todos los grupos sociales, sin distinción de género, edad, religión o estatus social. Para lograr un aumento considerable de los años de vida con discapacidad, tanto los fumadores como los no fumadores deben participar activamente en el proceso. El objetivo es conseguir una sociedad en la que ni los fumadores ni los no fumadores sufran innecesariamente el aislamiento, la discriminación o la vulneración de sus libertades y derechos personales. Para salvaguardar los derechos establecidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en particular, los artículos 3 y 25, nadie —especialmente los niños— debe estar expuesto involuntariamente al humo del tabaco en el ambiente. Para que los jóvenes puedan estar informados a la hora de decidir no fumar y para apoyar a quienes fuman en su decisión de dejarlo, resulta esencial disponer de información sobre el tabaco y sus consecuencias, y que cualquiera pueda acceder a ella.
Por último, nos gustaría concluir que hombres y mujeres siguen ubicando la buena salud entre sus principales deseos cuando se les pregunta por sus aspiraciones, y que de todos los derechos que ama el ser humano y consagra la legislación internacional, ninguno es tan fundamental como el derecho a la salud.
Fuente: help-ue.com
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