Hoy se cumple mi décimo año sin fumar. Estamos de festejo, porque realmente fue el comienzo de una nueva vida. Sólo los fumadores que han dejado de serlo, pueden saber lo que se sufre al dejar el vicio, pero la felicidad de poder abandonar el hábito de fumar, justifica todo eso y mucho más.
Muchos me preguntan cómo hice para dejar después de haber quemado tabaco por más de 30 años. Fue todo casual. Estaba yo en mi cuarto de meditación trascendental (sentado en el inodoro) leyendo una revista mientras mi organismo se desprendía de algunas cosas. En una de sus páginas se leía grande un aviso que hacía un desafío a los fumadores, se trataba de dejar de fumar por el lapso de 30 días, a partir del 1 de mayo de 1998. El interesado debía inscribirse, llenando un formulario, dejar de fumar por 30 días y, si salía sorteado, tenía la posibilidad de viajar al Machu Picchu (Perú), luego de realizarse los análisis correspondientes para verificar que realmente no había fumado.
No fumé por un mes, me costó muchísimo, pero lo logré. Sin embargo, siguiendo con mi tradición de no ganador, por supuesto no figuré "ni a los premios" (jerga quinielera) en el sorteo, o sea que no tuve oportunidad de visitar las ruinas incas. Lo que no saben los organizadores es que yo, aprovechando que ya había dejado 30 días, probé dejar otros 30 más, y después otros 60 más, hasta llegar hasta hoy, con 3650 y pico de días sin probar un cigarrillo.
De más está decir que Clara, la Chuquita, fue el puntal, el soporte, el apoyo, para conseguirlo. Sin ella no lo hubiese logrado, y, como es lógico, le estoy recontraagradecido.
Esta mañana estaba leyendo uno de los diarios locales, y en una de sus páginas apareció un desafío similar al que les he relatado. Decía: DEJE DE MATENER RELACIONES SEXUALES POR 30 DIAS Y PARTICIPE EN EL SORTEO DE EXTRAORDINARIOS PREMIOS. En este, definitivamente, no me engancho ni de casualidad.
Publicado en “Muchasgraciasclaraypepe.blogspot.com” por Clara y Pepe.
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