Según la Organización Mundial de la Salud, unos 1.100 millones de personas en el mundo son fumadoras y el consumo del tabaco es después de la hipertensión la mayor causa de muerte en el mundo.



La cifra de fumadores equivale a aproximadamente un tercio de la población global de 15 años de edad o más y abarca desde ciudadanos comunes y corrientes a personas que ocupan los más altos puestos en sus países y en el mundo, aunque algunos de estos últimos se esfuerzan por mantener oculta su condición, como un vicio privado.

El mandatario brasileño no es uno de esos. Su imagen ha inspirado la marca de cigarros "Dom Lula" y ha fumado durante 50 de sus 64 años de vida, desde pequeños puros a cigarrillos mentolados.

En enero pasado tuvo que dejar de fumar por una crisis de hipertensión, pero, según dijo en declaraciones publicadas hoy por la prensa, no está teniendo problemas para librarse de su dependencia y no ha necesitado pastillas u otros métodos de ayuda.

Y eso que en septiembre de 2008 defendía el derecho a fumar "en cualquier lugar" y proclamaba que en su despacho mandaba él, en respuesta a las restricciones al uso del tabaco en lugares públicos.


Lula y Obama, dos caras de la lucha contra el tabaquismo

El estadounidense Obama, que prometió dejar el tabaco al llegar a la Presidencia en enero de 2009 pero seis meses después reconoció que aún fumaba de vez en cuando, ni sueña con poder encenderse un cigarrillo en su despacho, pues desde el año 2006 está prohibido fumar en el interior de la Casa Blanca.

Según su médico, Jeffrey Kuhlman, el gobernante de 48 años "goza de una salud excelente", pero no debe cejar en "sus esfuerzos para dejar de fumar".

Por razones de salud tuvo hace años que dejar el consumo de tabaco el nuevo presidente de Uruguay, José Mujica, de 74 años, quien solía mezclar el tabaco con las barbas del maíz o choclo, una vieja costumbre de los campesinos de su país.

Su antecesor, Tabaré Vázquez, que dejó el cargo el 1 de marzo y es oncólogo de profesión, se destacó por ser el adalid de las campañas anti-tabaco en América Latina.

El 36,6% de los hombres y el 25,8 % de las mujeres de Uruguay fuman, según la OMS.

De acuerdo con estadísticas del organismo, elaboradas con datos de 2007, Cuba es el país de América con más fumadores varones, un 44,8%, y Chile es el que tiene más fumadoras, un 33,3%.

La OMS dedicará este año su Día Mundial Sin Tabaco, que se celebra el 31 de mayo, a destacar que las mujeres y las niñas son actualmente un importante objetivo para la industria tabacalera.

Las dos mujeres que son mandatarias actualmente en América Latina, la argentina Cristina Fernández y la chilena Michelle, son ex fumadoras.

"Yo era una fumadora compulsiva, fumaba dos atados (paquetes) por día como mínimo y encendía un cigarrillo con la colilla del otro", pero "el 31 de diciembre de 1988, a las 12 de la noche, dejé de fumar, apagué mi último cigarrillo y hasta el día de hoy no volví a encender uno", recordó Fernández en julio de 2008 al hablar de adicciones.

Bachelet fumó hasta comienzos de los años 90, según han contado algunas personas que la conocen desde su época de estudiante.

De su sucesor en la Presidencia de Chile, Sebastián Piñera, que asume el cargo el 11 de marzo, se desconocía que fumara, pero fue sorprendido con un cigarrillo en la boca cuando se disponía a presentar a sus ministros el mes pasado.

Al igual que hizo Obama, el jefe de Estado de Guatemala, Álvaro Colom, prometió dejar de fumar cuando llegó a la Presidencia en 2007, pero no ha cumplido del todo el compromiso.

Según fuentes de la Presidencia guatemalteca, Colom sigue fumando, "aunque cada vez menos", y "casi nunca en público".

Otros fumadores, en este caso de puros habanos, son el mandatario salvadoreño, Mauricio Funes, y el paraguayo, Fernando Lugo, aunque ninguno fuma en público.

Los gobernantes de Panamá, Ricardo Martinelli; de Nicaragua, Daniel Ortega, y de Honduras, Porfirio Lobo, no fuman o al menos no se les ha visto hacerlo.

El presidente de Costa Rica, Óscar Arias, no fuma, pues es asmático, y a su sucesora en la jefatura de Estado, Laura Chinchilla, que asumirá en mayo, tampoco se le ha visto echar humo, al igual que al mandatario de Bolivia, Evo Morales.

La tentación del gobernante peruano, Alan García, parece ser la buena mesa, según dicen sus compatriotas.

Los presidentes de Colombia, Álvaro Uribe, Ecuador, Rafael Correa, y Venezuela, Hugo Chávez, pese a sus diferencias están de acuerdo en algo: no les gusta el tabaco.

Al mandatario cubano Raúl Castro nunca se le ha visto fumar. Pero su hermano, el ex presidente Fidel Castro, fue durante años fumador de puros habanos.

En 1986 declaró públicamente que había decidido dejar de fumar y en 1997 se definió como un "fumador retirado" que aún soñaba "con los puros".

"Muchas veces se sueñan cosas prohibidas y eso es una pesadilla", afirmó Fidel Castro. La lucha contra el tabaquismo es algo que dura "toda la vida", dijo con otras palabras Obama.

Fuente: www.abc.es



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