Incluso en mujeres que no han fumado nunca
La exposición al humo de tabaco ambiental durante un periodo prolongado de tiempo y en grandes cantidades podría aumentar el riesgo de cáncer de mama, incluso en mujeres que no han fumado nunca, según un estudio del Centro del Cáncer de California del Norte en Berkeley (Estados Unidos) que se publica en la revista 'Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention'.
Según explica Peggy Reynolds, responsable del estudio, "la cuestión sobre si la exposición al humo cercano podría aumentar el riesgo de cáncer de mama aún no se ha respondido. Aunque ningún estudio epidemiológico único puede contestar esta cuestión, nuestros descubrimientos sugieren que los altos niveles acumulativos de la exposición podrían contribuir al cáncer de mama, añadiéndose a las evidencias de una variedad de efectos adversos para la salud".
Los científicos examinaron el riego de desarrollar cáncer de mama entre las mujeres que nunca habían fumado tabaco pero que tenían antecedentes de exposición al humo ambiental de tabaco ya fuera en casa, el trabajo o en locales sociales. Las participantes tampoco tenían antecedentes de cáncer de mama.
Los investigadores recopilaron información detallada a través de cuestionarios de más de 57.000 mujeres del Estudio de Profesores de California y después fueron seguidas durante una década.
Las cuestiones detalladas ayudaron a los investigadores a determinar si la edad de exposición, el lugar o la cantidad a la que estuvieron expuestas influía en el riesgo de desarrollar cáncer de mama. En los años siguientes a la entrega de los cuestionarios 1754 mujeres fueron diagnosticadas con cáncer de mama invasivo.
De forma global, los descubrimientos no mostraron evidencias de que las medidas simples de humo ambiental de tabaco estuviera asociado con el riesgo del cáncer de mama. El riesgo parecía confinado a exposiciones durante la vida adulta, entre mujeres de 20 años o más, y sobre todo entre aquellas que se encontraban en la postmenopausia. Las exposiciones que se habían producido antes de los 20 años no parecían por sí mismas aumentar sus riesgos.
Las mujeres expuestas a niveles entre moderados y altos para una combinación y años e intensidad de exposición mostraban una respuesta asociada a la dosis de tal forma que los riesgos de desarrollar cáncer de mama aumentaban a medida que los niveles de exposición acumulativos aumentaban.
"Nos sorprendimos al principio de no ver mucho efecto individual por la exposición en el hogar, el trabajo o los locales sociales. Esto tiene sentido aunque, si existe un efecto para los niveles elevados de exposición, la suma de exposiciones en los distintos lugares sería más importante que sólo las medidas parciales de exposición", explica Reynolds.
La investigadora sugiere que será necesario realizar más investigaciones para evaluar mejor los patrones de exposición globales. Desde un punto de vista de la salud pública, estos resultados proporcionan evidencias adicionales de los riesgos para la salud de la exposición al humo de tabaco ambiental.
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