El tabaco provoca un gran número de enfermedades mortales: enfermedad pulmonar obstructiva crónica (enfisema y bronquitis crónica), cáncer de pulmón, aneurisma aórtico, cardiopatía isquémica, cáncer de vejiga, cáncer de los órganos de la parte superior del sistema respiratorio y cáncer de páncreas.
El consumo de tabaco mata aproximadamente a la mitad de los fumadores de por vida. Entre 1.950 y el 2.000, murieron unos 70 millones de personas debido al tabaco.
Actualmente, hay 1.100 millones de fumadores en el mundo, el 70% de los cuales vive en países con escasos recursos económicos. Durante los próximos cincuenta años, se calculan 450 millones de muertes debido al tabaco.
Actualmente, unos 90.000 niños y adolescentes de todo el mundo empiezan a fumar cada día.
El riesgo de contraer un cáncer está 4,5 veces más relacionado con la duración del consumo de tabaco que con la cantidad consumida al día. En otras palabras, cuanto más se prolongue el consumo, mayor será el riesgo. Fumar 10 cigarrillos al día durante 20 años es 4,5 veces más peligroso que fumar 20 cigarrillos diarios durante 10 años.
La exposición al humo del tabaco de otros está reconocida como una causa de cáncer y cardiopatías en adultos. La exposición al tabaquismo materno incrementa el riesgo del síndrome de muerte infantil súbita y de un retraso en el crecimiento del feto.
Las compañías tabacaleras están motivadas por el afán de lucro e invierten sus beneficios en presentar el consumo de tabaco como una elección razonable y en reclutar a nuevos consumidores. No hay que fiarse de ellas: han engañado sistemáticamente al público y a los gobiernos ocultando sus conocimientos acerca de los efectos adictivos del tabaco y de sus repercusiones en la salud. En el 2000, en EE UU, las compañías tabacaleras gastaron 9.700 millones de dólares 26,6 millones al día en publicidad y promoción.
El consumo de tabaco es adictivo. Cada calada que se le da a un cigarrillo o a una pipa, cada chupada, cada mascada o cada esnifada refuerzan el impacto adictivo del tabaco. (Un fumador de 20 cigarrillos diarios, que da un promedio de 10 caladas por cigarrillo, se mete 200 “picos” al día).
Los fumadores y otros consumidores de tabaco puede deshabituarse con éxito. Pueden hacerlo solos, pero los resultados son mejores si se los ayuda mediante asesoramiento y/o medicación (sustitutos de nicotina o Zyban). La mayoría es incapaz de conseguirlo a la primera tentativa.
Los países que tienen un poderoso programa de control del tabaquismo que incluye controles legislativos de la industria tabacalera, protección de los fumadores y de las personas expuestas al humo de tabaco, acceso a ayudas y programas eficaces de prevención y cesación han constatado una disminución lenta pero constante del consumo de tabaco. Estas medidas permiten el fortalecimiento de valores sociales que disuaden de consumir tabaco.
Fuente: iuatid.org
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