El condicionamiento clásico es la razón principal.

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Sin olvidarnos del poder adictivo de la nicotina que es el condicionante, debemos tener en cuenta de una forma más importante y clave, el aprendizaje condicionado.
Se aprende a fumar, se fuma en miles de situaciones y termina siendo un condicionamiento.
Un año fumando 1 paquete diario de forma habitual significa 365 dias x 20 cigarrilos x 10 inhalaciones = 73.000 actos.


Cada acto de una inhalación que parece sencillo e incluso poco dañino. Por la capacidad adictiva de la nicotina se convierte en un gesto condicionante, en un aprendizaje condicionado y erroneo.
A ésto que ya de por sí es negativo y restrictivo de libertad debemos añadir: que la edad temprana de comienzo en el consumo lo hace más importante, puesto que se empieza a fumar en momentos de desarrollo de la personalidad y estilo de vida con lo que se termina convirtiendo en habito e incluso en forma de pensar: "despues de" como si ponernos a nosotros mismos condicionamientos fuera normal.
Plantearnos objetivos es saludable pero condicionamientos no.
Lo que se introduce en la vida de una persona como decisión libre y voluntaria aunque mitificada por una publicidad engañosa, termina siendo un condicionamiento operante por causa de la adictividad de la sustancia y la normalización del acto. No se disfruta más con los amigos, ni se liga más, ni hay que fumar despues de hacer el amor.
La gran diversidad de momentos distintos en que se fuma fue un objetivo publicitario en si mismo. En realidad son nuevos consumos lo que busca y tan solo con ver los antiguos anuncios de las tabaqueras nos hacemos una composición de lugar y nos damos cuenta de lo importante que es.

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Los anuncios cumplen varias funciones, recordarlo para conseguir consumo, visualizarlo para conseguir normalización y aceptabilidad.
Y al mismo tiempo reforzar el condicionamiento, haciendo que un acto parezca normal, cuando es en realidad un nuevo uso o consumo parecido a tome un whisky de desayuno o tome un whisky despues, tome un whisky en la playa, en definitiva tome un whisky simpre. ¡FUME SIEMPRE!

Un detalle aunque no pequeño, 73.000 gestos iguales al año no los hace ni el mejor deportista del mundo ensayando o sí.

R.J.Nieto

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