Un estudio dado a conocer por el Departamento de Salud Pública del Estado de Massachussets, confirma nuestras siempre presentes sospechas en contra de la industria tabacalera: LA CANTIDAD DE NICOTINA DE LOS CIGARRILLOS VENDIDOS EN EE.UU. HA AUMENTADO UN 10% EN SEIS AÑOS.

Dice el estudio: “De 179 marcas de cigarrillos, la increíble cantidad de 166 marcas cayeron en los niveles más altos de las categorías de nicotina del estado, incluyendo 59 marcas que los manufactureros habían etiquetado como “ligeros” (Light) y 14 descritos como ‘ultra ligeros’. Las tres marcas más populares entre los jóvenes—Marlboro, Newport y Camel— todas contenían más y más nicotina conforme pasaba los años. Se encontró que casi todas las marcas contenían dosis de nicotina lo suficientemente altas para causar dependencia profunda”. La información se procesó a partir de estudios anuales que el departamento realizó, entre 1998 y 2004.

El método utilizado por Departamento de Salud tiene en cuenta el valor total del humo inhalado, lo que es más fiable y ofrece niveles más reales generalmente que otros métodos.

En entrevista concedida al Boston Globe, Lois Keithly, directora del Programa de Control de Tabaco de Massachusetts, afirmó “hemos invertido mucho tiempo intentando calcular porqué la gente no puede dejar de fumar. Esto es más difícil cuando existe una mayor proporción de nicotina en el cigarrillo”.

Esta investigación que debemos difundir y, en lo posible, confrontar en la realidad de nuestros países, no hace mas que confirmar el fallo de la Jueza Gladys Kessler, del Tribunal Federal de Distrito para el Distrito de Columbia, quien acaba de proferir una sentencia condenatoria en contra de las tabacaleras: Batco; Brown & Williamson; Lorillard; Philip Morris y su matriz, Altria; y R.J. Reynolds, al ordenar a las compañías que dejen de etiquetar los cigarros como “bajos en alquitrán” o “naturales” o con “descripciones engañosas que implícita o explícitamente hacen creer al fumador, o potencial fumador, que esos cigarros son menos riesgosos para la salud que los cigarros de sabor normal, ni expresar mensajes positivos en los paquetes o publicidad del tabaco. El argumento central es que la industria estadounidense del tabaco conspiró durante décadas para engañar al público sobre el daño que ocasiona el fumar y que “comercializaban y vendían su letal producto con vehemencia, con engaño, con una sola mentalidad enfocada en su éxito financiero y sin consideración por la tragedia humana o los costos sociales que ese éxito conllevaba”. VER: JUEZA PROHIBE PROMOCIONAR LOS CIGARRILLOS COMO LIGHT, SUAVES O ...

Que sigan las investigaciones en contra de la industria de la muerte. A propósito ¿cuantos países obligan a las tabacaleras a revelar e informar a los gobiernos sobre los contenidos del tabaco? Hasta donde sabemos, solamente los de la Unión Europea, EE.UU. y Venezuela.

+INFO: ecohispano.com; elpais.es; Campaña NO tabaco; weblog.com.ar; Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas
IMAGEN: adbusters.org
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