Una investigación de científicos norteamericanos ha llegado a la conclusión de que si la madre fuma durante el embarazo, el hijo tiene más riesgo de sufrir hiperactividad.
El riesgo de sufrir este trastorno crece si además el niño ha estado en contacto con el plomo. Se sabía que es muy tóxico para el sistema nervioso y ahora también se conoce que potencia la hiperactividad.
Por eso recomiendan evitar el plomo, por ejemplo utilizando pinturas sin ese metal o dejando correr el grifo antes de coger agua para beber o cocinar. La concentración de plomo en las tuberías es muy alta.
Además, es imprescindible que los niños se laven las manos antes de comer.
El trabajo lo ha realizado un equipo de investigadores estadounidenses. La conclusión a la que han llegado es que si se evita el tabaco y el plomo, 800.000 niños podrían librarse de la hiperactividad.
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