Muchas personas experimentan molestias bronquiales en las semanas siguientes a dejar de fumar. Para aquellos que suspenden el consumo por motivos de salud esto puede ser preocupante. Si ya no fumas, puedes considerar irónico el que sufras más catarros pero suele ser una señal de que tu cuerpo está trabajando para expulsar todo el alquitrán y otras sustancias acumuladas tras muchos años. Los cilios del tracto respiratorio se encargan de limpiar las impurezas que entran en nuestro organismo. Es un sistema de limpieza que nos previene de las posibles sustancias perjudiciales. En los fumadores los cilios se paralizan por la entrada constante de sustancias nocivas. La buena noticia es que al abandonar los cigarrillos el cuerpo recupera este proceso, siendo normales las infecciones en el pecho. Aunque depende en gran parte de nuestras condiciones previas, en general no hay que preocuparse por estos catarros y congestiones iniciales.
0 comentarios
Publicar un comentario