Fuente: http://www.latercera.com/contenido/659_209623_9.shtml
La imagen de escolares compartiendo un cigarro en plazas y en las calles ya se ha hecho cotidiana. Y esa realidad es la que recoge el informe anual sobre tabaquismo, publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que analiza el nivel de consumo de tabaco a nivel mundial en menores de edad y en adultos.
El análisis revela que tres de cada 10 jóvenes entre los 13 y 15 años (34,2%), en Chile fuman en forma frecuente. La cifra es más alta entre las mujeres: el 39,9% fuma, mientras que en los hombres la cantidad llega a un 28%. Según el informe, estos porcentajes son los mayores de América.
El informe, hecho a partir de encuestas, plantea que los menores dicen verse expuestos a un ambiente con humo de tabaco en su hogar (51%), mientras que un 68% afirma que lo está en ambientes externos.
De acuerdo con la OMS, el consumo de tabaco a nivel de la población general también es el más alto en Chile, con un 28% que dice haber fumado en el último mes en el grupo que va entre los 12 y 64 años. Más atrás se ubica Argentina y Estados Unidos. Sin embargo, en esta categoría no se contabiliza a Brasil. La cifra representa un descenso respecto del estudio anterior, donde el porcentaje era de 36,2%.
EXPLICACIÓN DEL FENOMENO
La encargada del programa de tabaco del Minsal, Marisol Acuña, explica que el consumo a nivel escolar es "alarmante". Por ello, dice, se han aplicado programas de incentivo en menores para evitar que fumen, a los que se han plegado unos 500 establecimientos. Los adolescentes, subraya, fuman porque "la cultura los marca y también si ven a padres fumadores tienden a seguirlos".
La especialista explica que el consumo general ha bajado: de 43% de la población que fumaba en 2004 se pasó a 42,4% en 2006. La cifra descendió a 41,2% en 2008.
La OMS aborda el tema de la legislación contra el tabaco en el mundo y sitúa a Chile como un país de nivel "intermedio", en cuanto a espacios públicos "libres de humo", pues no llega a tener una normativa más estricta como Canadá, donde no se puede fumar en ningún sitio público (en Chile, los restaurantes tienen áreas separadas o eligen ser para fumadores o no).
El jefe del Departamento de Salud Pública de la U. Católica, Gonzalo Valdivia, dice que uno de los factores que incide en que los jóvenes sigan con esta adicción es que "la legislación chilena es flexible, lo que debería cambiar. Vemos que se establece una distancia para que locales vendan cigarrillos cerca de colegios, lo que no debería suceder". El destaca que la OMS plantea que se debe restringir la venta en establecimientos de educación superior.
María Teresa Valenzuela, académica de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile y especialista en el área tabaco, afirma que entre los factores que inciden en que jóvenes y las mujeres sean los grupos de más alto consumo, están que "la ley permita aún lugares públicos donde se pueda fumar y que no se suban los impuestos. Precisamente, esas dos medidas son recomendadas por la OMS para bajar los índices".
La organización Educación Popular en Salud (Epes), que investiga temas relacionados con el tabaco, sostuvo que las cifras son preocupantes y anunció que se organizó la "Red Chile Libre de Humo de Tabaco". Sonia Covarrubias, representante de Epes, sostuvo que reúne a entidades que promueven una "legislación más fuerte para evitar el consumo para que un 100% de los espacios públicos sean libres de humo".
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