La folklorista argentina, de 74 años, popularizó la música popular latinoamericana en todo el mundo |
La Negra, la cantante folklorista de América Latina por excelencia, Mercedes Sosa, ha fallecido este domingo en una clínica de Buenos Aires, a los 74 años, víctima de una enfermedad hepática. Miles de seguidores en América Latina y en España (donde estuvo exiliada cuatro años durante la dictadura militar argentina) cantaron con ella su extraordinaria interpretación de Alfonsina y el mar, y otras zambas, chacareras, milongas y tonadas que popularizaron en los años 70 y 80 el folklore latinoamericano en todo el mundo y la convirtieron en una de las mejores y más famosas intérpretes del continente. La presidenta argentina, Cristina Fernández, y su marido, Néstor Kirchner, han acudido al Palacio del Congreso de Buenos Aires, donde se instaló la capilla ardiente, para dar el pésame a la familia de la artista.
Su muerte ha sido acogida con dolor también en los medios rockeros y de música pop de América Latina, a los que siempre prestó su generoso apoyo y colaboración. Su relación con los músicos jóvenes argentinos fue constante: era ella la que les buscaba para ofrecerles incorporar algunas de sus canciones en los álbumes de música folklórica que iba produciendo (más de 40 a lo largo de su carrera). En su último álbum doble, Cantora, ya enferma, fueron muchos de esos músicos quienes se ofrecieron a cantar duetos con ella: Shakira, Fito Paéz, Charly García, Caetano, Soledad, Julieta Venegas, Drexter o los españoles Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina colaboraron para lanzar un disco que ahora esta nominado como mejor álbum del año para los Grammys Latinos 2009. "La Negra era la mejor cantante de Argentina y la voz de América Latina", ha asegurado Fito Páez. Ella, sin embargo, rehusó siempre el apelativo de "la voz de América Latina", que le parecía excesivo. |
En los últimos tiempos, cansada y enferma, aseguraba encontrarse feliz, rodeada de afecto.
"Tengo suerte", decía, "...pero me ha costado mucho". La Negra Sosa luchó hasta el final por cumplir los objetivos del Manifiesto del Nuevo Cancionero que firmó en Mendoza, en 1964, cuando sólo tenia 28 años, y en el que se proponía renovar la canción argentina popular para conseguir que "se integre en la vida de todo el pueblo, expresando sus sueños, sus alegrías, sus luchas y sus esperanzas".
Su relación con el tabaco
En una entrevista a "Página 12" mencionaba...“Lo que he fumado yo, lo que he hecho con mi garganta, no tiene nombre. Pobre mi marido, que no fumaba. Lo último que me dijo fue: ¿por qué le das tanta ventaja a la gente? Debía ser a los otros que cantan. Cuando murió mi marido llegué a fumar cuatro paquetes por día. Claro que los prendía y los apagaba, era un impulso, una desesperación, un dolor tan grande que solamente yo lo sé. Porque no era mi marido solamente: era mi compañero, mi representante. Y después ya dejé de fumar, cuando hicimos Corazón americano con Milton y León, en el ’85. No me salía bien la voz de Sólo le pido a Dios, porque fumaba. Empecé a sentir una falta de aire, como asma. Y dejé para toda la vida el cigarrillo. Cuando usted lo deja no hay que agarrarlo nunca más, ni prenderle a otro, no, no... No se debe jugar con lo que es un enemigo de uno"
Fuente: ELPAÍS.com
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