El burro y el pozo
LUn día, el burro de una campesina se cayó en un pozo. El animal lloró fuertemente por horas, mientras la campesina trataba de averiguar que hacer. Finalmente la campesina decidió que el animal ya estaba viejo, el pozo estaba seco, y necesitaba ser tapado de todas formas y que realmente no valía la pena sacar el burro. Invitó a todos sus vecinos para que vinieran a ayudarla. Todos tomaron una pala y empezaron a tirar tierra al pozo.
El burro se dio cuenta de lo que estaba pasando y lloró desconsoladamente. Luego para la sorpresa de todos, se tranquilizó. Después de unas cuantas paladas de tierra, la campesina finalmente miró al fondo del pozo y se sorprendió de lo que vio; Con cada palada de tierra, el burro estaba haciendo algo increíble... Se sacudía la tierra y daba un paso hacia arriba... mientras los vecinos seguían echando tierra encima del animal, el se sacudía y daba un paso hacia arriba.
Pronto todo el mundo vio sorprendido como el burro llegó hasta la boca del pozo, pasó por encima del borde y salió trotando...
La vida va a tirarte tierra, todo tipo de tierra... El truco para salirse del pozo es sacudírsela y dar un paso hacia arriba. Cada uno de nuestros problemas es un escalón hacia arriba. Nosotros podemos salir de los mas profundos huecos, si nunca damos nuestro brazo a torcer (querer salir).
"Sacúdete y da un paso hacia arriba..."
Recuerda las seis reglas para ser feliz:
1. Liberar el corazón del odio
2. Liberar la mente de preocupaciones
3. Vivir sencillamente
4. Dar mas
5. Esperar menos
6. Tener esperanza
Disfruta la vida... sacúdete!!!
Feliz fin de semana para todos, un fuerte abrazo
Ale
El burro me hizo recordar a las dos ranitas que Jabo había posteado hace un tiempo y que nunca está de más recordar..
Las dos ranitas...
Había una vez dos ranas que cayeron en un recipiente de nata. Inmediatamente se dieron cuenta de que se hundían: era imposible nadar o flotar demasiado tiempo en esa masa espesa como arenas movedizas.
Al principio, las dos ranas patalearon en la nata para llegar al borde del recipiente. Pero era inútil, sólo conseguían chapotear en el mismo lugar y hundirse. Sentían que cada vez era más difícil salir a la superficie y respirar. Una de ellas dijo en voz alta: "No puedo más. Es imposible salir de aquí. Ya que voy a morir, no veo porqué prolongar este sufrimiento. No entiendo qué sentido tiene morir agotada por un esfuerzo estéril". Dicho esto, dejó de patalear y se hundió con rapidez, siendo literalmente tragada por el espeso líquido blanco.
La otra rana, más persistente o más tozuda quizá se dijo: "!No hay manera¡ Nada se puede hacer para avanzar en esta cosa. Sin embargo, aunque se acerque la muerte, prefiero luchar hasta mi último aliento. No quiero morir ni un segundo antes de que llegue mi hora". Siguió pataleando y chapoteando siempre en el mismo lugar, sin avanzar ni un centímetro, durante horas y horas. Y de pronto, de tanto patalear y batir las ancas, agitar y patalear, la nata se convirtió en mantequilla.
Sorprendida, la rana dió un salto y, patinando, llegó hasta el borde del recipiente. Desde allí, pudo regresar a casa croando alegremente.
La moraleja es que el esfuerzo, la constancia y la actitud positiva salvaron la vida de la segunda rana.
Feliz comienzo de semana..
besos..
nieta
Ya que vamos de cuentos, este me parece muy bueno y oportuno.
"La verdadera amistad":
Recibí la llamada telefónica de un buen amigo mío... y lo primero que me preguntó fue: ¿Cómo estás? Le contesté: estoy solísimo.
Mi amigo que siempre se ha caracterizado por ser muy perceptivo, me dijo: Esa respuesta quiere decir que te pasa algo... ¿Quieres que hablemos? Le respondí que sí y me dijo, ¿quieres que vaya a tu casa? y respondí que sí. Colgó el teléfono y en menos de quince minutos él ya estaba tocando a mi puerta... Pasa, le dije. ¿Quieres tomar algo? Me respondió, pues lo mismo que tú... Rápidamente nos encontrábamos hablando muy a gusto, él empezó con sus clásicas bromas para romper el hielo que me hicieron reír como no lo había hecho en varios días y luego pasamos a la parte seria de la conversación, él con su cara de atento me dijo: “Anda, dime qué te pasa”. Yo empecé con mi principal preocupación que era el trabajo, le comenté que me sentía muy presionado por tanto trabajo que ya no aguantaba más. El como siempre me dio el mejor de los consejos, el ánimo para seguir adelante y no mirar atrás, en general me hizo sentir muy bien.
Cuando terminé ese tema le dije, ¿sabes que? Hay otras cosas que me preocupan... y me dijo sonriendo: “Pero mi amigo, para eso estoy aquí, dime todo lo que quieras”.
Total, hablé por horas y horas, de todo, de mi familia, de mi novia, de mis deudas, de todo y él atento siempre, me escuchó, se nos hizo de día y yo estaba totalmente cansado sentimentalmente. Me había hecho mucho bien su compañía y sobre todo que me escuchara y que me apoyara y me hiciera ver mis errores. Me sentía muy a gusto y cuando él notó que yo ya me encontraba mejor, me dijo... bueno, pues me retiro tengo que ir a trabajar... Yo me sorprendí y le dije: ¿Pero porque no me habías dicho que tenías que ir a trabajar? Mira la hora que es, no dormiste nada, te quité tu tiempo toda la noche. El sonrió y me dijo, no hay problema para eso estamos los amigos. Yo me sentía cada vez más feliz y orgulloso de tener un amigo así.
Lo acompañé a la puerta de mi casa... y cuando él caminaba hacia su automóvil le grité desde lejos... Oye amigo, y a todo esto... ¿por qué llamaste anoche tan tarde? El regresó y me dijo en voz baja: “Es que te quería dar una noticia”. Le pregunté: ¿Qué pasó? y me dijo: Fui al doctor y me dijo que mis días están contados. Tengo un tumor cerebral, no se puede operar, y solo me queda esperar.
Yo me quedé mudo... él me sonrió y me dijo: “Que tengas un buen día amigo”. Se dio la vuelta y se fue. Pasó un buen rato para cuando asimilé la situación y me pregunté una y otra vez, porqué cuando él me preguntó ¿cómo estás? me olvidé de él y sólo hablé de mí ¿qué habrá pensado él de mis "problemas" cuándo el tenía el suyo?. Y ni siquiera me lo había dicho. ¿Por qué yo no pregunté? ¿Cómo tuvo la fuerza de sonreírme, de darme ánimos, de decirme todo lo que me dijo, estando él en esa situación? Esto es increíble. Desde entonces mi vida ha cambiado, suelo ser más crítico con mis problemas y suelo disfrutar más de las cosas buenas de la vida, ahora aprovecho mas el tiempo con la gente que quiero.
Abrazos
Jabo
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