CUIDADO AMIGOS CON EL STRESS

Según los especialistas un encuentro sexual satisfactorio requiere de al menos 3 horas de dedicación. 

ENTONCES, LOS TRABAJÓLICOS DEBEN LEER ESTE ARTÍCULO.

 La incompatibilidad entre el disfrute de la intimidad y los límites de tiempo que impone el agitado ritmo de vida sobre el cual se maneja la mayoría de las personas, tiene efectos negativos en su salud sexual y, por ende, en sus relaciones de pareja.

Si a esto se le suma la presión que genera la aparición de un trastorno sexual como lo puede ser la disfunción eréctil, DE, los tratamientos con drogas vasoactivas de larga acción adquieren gran relevancia.

Según los resultados de un estudio realizado en Italia, en el año 2005, el ciclo circadiano de la vida sexual de las parejas, refleja que existe un patrón de horarios que establece picos matutinos y nocturnos para disfrutar la intimidad, con una dedicación de tres horas, por lo menos, para un encuentro satisfactorio.

 La misma pauta rige para los hombres que sufren DE, con la diferencia de que, en estos casos, la presión del tiempo se intensifica cuando no se dispone de él tan ampliamente como se necesita, para lograr y mantener una erección peneana suficiente para el desempeño sexual.

 La existencia en el mercado de fármacos que brindan una acción prolongada como el tadalafil, que promete hasta 36 horas de efectividad reduce los niveles de ansiedad que se producen en los individuos que padecen problemas de erección.

 De acuerdo con el doctor Rubén Giner, investigador médico de Laboratorios Eli Lilly, la aparición de un grado de DE -leve, moderada o severa- está muy asociada al curso de otras enfermedades como la hipertensión, diabetes mellitus, dislipidemia -colesterol elevado- enfermedad arterial coronaria, insulina resistencia, obesidad, tabaquismo, la depresión y el estrés.

 Por lo tanto, es obligación de los médicos observar a los pacientes como seres integrales y corregir también esos factores de riesgo que tienen un severo impacto sobre la calidad de vida, en general.

 El deterioro del estilo de vida que sucede cuando aumenta el sedentarismo, la mala alimentación, problemas de descanso, tabaquismo, alcohol, entre otros, permite que aumenten las cifras de hombres con síndrome metabólico –individuos que cursan varias enfermedades a la vez- y, por consiguiente, se incrementa el riesgo de padecer DE.

 "El problema también es que el hombre que sufre DE puede pasar hasta 5 años, desde el inicio de la enfermedad, hasta que decide acudir a la consulta de un especialista y buscar una solución terapéutica. En su lugar, se deprime y se vuelve cada vez más irritable y descuida su salud, más aún cuando comienzan a aparecer los síntomas de otras patologías que lo obligan a realizarse un chequeo médico y es allí cuando nos toca abordarlo e indagar sobre la calidad de su salud sexual", señaló Giner.

 Varias publicaciones norteamericanas de investigaciones realizadas en el año 2000, corroboraron el vínculo que existe entre otras patologías y el deterioro de la función sexual. Según estos resultados, el 73% de los hombres con hipertensión tienen DE; el 60% de los hombres con DE tienen dislipidemia; 56% de los hombres con DE tienen prueba de estrés positiva; 40% de los hombres con DE tienen enfermedad coronaria significativa; 20% de los hombres con DE tienen diabetes mellitus; y, finalmente, 11% de los hombres con DE tienen depresión.

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