Para tratar a una persona fumadora hay que tomar en cuenta varias cosas: el consumo de tabaco, el grado de dependencia y la motivación para dejar de fumar, a todas las personas que acudan a la consulta.

Se ofrece un consejo claro, personalizado, sistemático y repetido a lo largo del tiempo a todos los fumadores.

Se usan sistemas de registro específicos o recordatorios en las historias clínicas.

Se programar actividades de seguimiento (visitas o llamadas telefónicas) en las primeras 2 semanas después de dejar de fumar, que es el período de mayor riesgo para las recaídas.

Se Utilizan guías y otros materiales de autoayuda.

Se Usan tratamientos farmacológicos eficaces como apoyo al consejo y al seguimiento, especialmente en fumadores muy dependientes. Los sustitutos de la Nicotina y el Bupropion son los tratamientos de primera línea.

Tratamiento farmacológico del tabaquismo:

Terapia sustitutiva con nicotina (TSN)
Chicle de nicotina
Parche de nicotina
Inhalador de nicotina
Spray nasal de nicotina
Pastillas de nicotina
Microtabletas sublinguales


Bupropión: es la primera medicación no nicotínica aprobada por la FDA como tratamiento del tabaquismo. Es un antidepresivo que usado como medicación para dejar de fumar triplica las probabilidades de éxito respecto al placebo.
Vacuna anti-nicotina: Es el más nuevo de los tratamientos el propósito es prevenir que la nicotina llegue al cerebro, disminuyendo los efectos del tabaco y, así, la posibilidad de que el individuo llegue a convertirse en adicto. En otras palabras, pretende que si el individuo prueba el tabaco, no obtenga ningún efecto placentero.

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