En una época de mercantilización de los derechos humanos como reflejo de las políticas neoliberales, no es de extrañar que el gobierno mexicano, el mismo que impulsó la primera ratificación del Convenio Marco para el Control del Tabaco CMCT, haya suscrito “otro convenio” con las tabacaleras para financiar el Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos del Seguro Popular, con el sobreprecio a la cajetilla de cigarrillos (un peso por cajetilla vendida, calculándose en cuatro mil millones de pesos el recaudo hasta el 2006)**. El que peca y reza empata, dirá el presidente Fox, para quedar bien con Dios y con el Diablo.

Los supuestos de la negociación entre el gobierno y las tabacaleras son fáciles de establecer: Congelar las medidas legislativas de implementación del CMCT. De hecho, ya se conoce que “el gobierno prometió a las compañías que esas donaciones serían deducibles de impuestos y que el Estado no establecería nuevas cargas hasta diciembre de 2006”. Un negocio rentable para Phillip Morris, British American Tobacco y Tabacalera Mexicana.

Como las políticas de las multinacionales tabacaleras son globales, ya se conocerán “otros convenios” suscritos por los gobiernos de América Latina, abriendo troneras contra el CMCT. Recordemos como en Guatemala y Ecuador, la Philip Morris hace lobby a su proyecto de control del tabaco; en Colombia, en convenio con el gobierno, las tabacaleras otorgan créditos sin interés para el cultivo del tabaco en tierras entregadas a los reinsertados de los grupos alzados en armas; en Brasil y Argentina organizan el cabildeo de los cultivadores contra el CMCT; en Chile, Chiletabacos reconoce públicamente la presión que ejercen sobre los congresistas…..y así hay historias en toda la región.

A todas estas ¿la OMS que hace? Que conozcamos, nada. Las violaciones al CMCT en el caso de México son manifiestas, comenzando con la prohibición de permitir que las tabacaleras participen en la formulación de las políticas de salud pública (Art. 5.3).

Una pregunta final ¿Era previsible lo de México? En nuestra opinión, si; como es también previsible lo que esta ocurriendo o se pueda dar en otros países. LA SALUD, lamentablemente, es hoy un asunto de mercado, hace rato dejó de ser un derecho y un bien público. Es desde el mercado donde se deciden las políticas sanitarias. Los indicadores son de calidad y eficiencia y no de dignidad. El CMCT encuentra su legitimidad en los derechos humanos y no en las negociaciones del mercado, escenario natural de las tabacaleras.

La OMS tiene la palabra y por supuesto también las organizaciones de la sociedad civil que trabajan por la ratificación del Convenio Marco en toda la Región ¡Muy mal precedente lo de México!

** noticias registradas en el servicio informativo de Gooble.

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