La tabacalera British American Tobacco anunció esta semana un incremento de utilidades del 37% para el primer semestre del año, con respecto al mismo periodo del 2004, que significa a sus accionistas un aumento del dividendo interno del 10% durante el mismo ejercicio.

Lo paradójico es que este anuncio de la BAT[1], se da en un año donde las regulaciones y el impacto positivo de las mismas sobre el consumo del tabaco, han hecho noticia. ¿Algo está fallando? ¿Son insuficientes las medidas de control?

La respuesta es un no rotundo, pues estamos en un proceso creciente de implementación de las medidas del Convenio Marco para el Control del Tabaco CMCT, que finalmente harán retroceder los ejercicios financieros de las tabacaleras ¡Es cuestión de tiempo!.

“En Irlanda, donde la prohibición de consumo de tabaco en espacios públicos y sitios de trabajo es absoluta, el consumo cayó en 11.3% un año después de entrar en vigor la prohibición. En el 2003, Francia incrementó en un 20% el precio del cigarrillo, significando una reducción de las ventas en un 13.5%. Desde el 2003, Nueva York prohíbe fumar en bares, clubes y restaurantes, disminuyendo el consumo en adultos en un 11%. Estos son resultados categóricos y esperamos con optimismo los resultados de otros países como Italia, donde no se puede fumar en lugares cerrados desde enero de este año y España, donde la ley de control del tabaco entra en vigor el próximo mes de enero, además de la prohibición a la publicidad del tabaco dispuesta por la Unión Europea”.

Lo que si debemos tener claro quienes trabajamos por el control del tabaco, es que la lucha no es fácil y que las tabacaleras se defenderán a muerte. Veamos que nos dicen las noticias de Chile, donde ya se ratificó el CMCT y se tramita la Ley que regula el consumo del tabaco y la exposición de humo:

“Además, la industria ha reforzado su estrategia de promoción de productos los últimos meses, ante la inminente prohibición a la publicidad que se aplicará con la nueva Ley del Tabaco. Por ejemplo, en mayo, Chiletabacos (filial de British American Tobacco) había desplegado 55 avisos en las estaciones del Metro de Santiago, en especial cerca de colegios. En las últimas semanas la firma ha comenzado a inundar las calles con publicidad. Ya no son afiches publicitarios. Son avisos luminosos en puntos de venta como botillerías, almacenes, bares y restoranes. Llamativo es, por ejemplo, lo que ocurre con los restoranes en la ruta a Valparaíso, muchos de los cuales exhiben enormes y vistosos avisos. En el centro de la capital es fácil ver almacenes de barrio con estos avisos, tanto de Kent o Lucky Strike. A ello se suma la fuerte táctica para relanzar la marca Pall Mall, con una estrategia similar de avisos metálicos en puntos de venta -como los de Derby o Belmont-, sobre la señalización callejera y avisaje en diarios……Para algunos expertos de Salud que no quieren dar su nombre, se crea una necesidad a los locales a través de la entrega de dinero, para que reclamen ante la inminente eliminación de la publicidad (EL MERCURIO, martes 16 de agosto de 2005)".

La primera derrota de las tabacaleras fue la aprobación del CMCT. ¿Serán los estados financieros los que le darán la estocada final a estas corporaciones de productos mortíferos?

[1] http://www.europapress.es/europa2003/noticia.aspx?tabID=1&ch=137&cod=20050728130801

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